Tres coeficientes de correlación

Algo que no consideré inicialmente es exponer un concepto sumamente importante, tal como es la definición de correlación. En sentido, saltaremos un paso hacia atrás para dar dos más adelante, todo con el objetivo de tener una mayor comprensión de los modelos de interdependencia, tal como lo vimos en los artículos pasados. Pues sin mayor vacilación, entendemos a la correlación como una medida estadística que indica la relación o asociación entre dos variables. En otras palabras, es una medida que indica el grado en que dos variables se mueven juntas. La podemos expresar matemáticamente de la siguiente manera: rXY=Cov(X,Y)Var(X)Var(Y) Donde el numerador es la covarianza de las dos variables y el denominador es el producto de las desviaciones estándar de las dos variables. Este valor fluctúa entre -1 y 1, de manera que cuando alcanza un valor de 1 indica una correlación positiva perfecta, lo que significa que las dos variables están perfectamente r...

La depreciación del tipo de cambio y su relación con la economía

El tipo de cambio es definido como el precio de una unidad monetaria extranjera, generalmente el dólar, expresada en términos de una moneda local, y básicamente es una de las variables que más curiosidad ha despertado en los apartados teóricos y empíricos de la economía. Bajo un régimen de flotación, el tipo de cambio refleja el comportamiento del mercado de divisas, el cual puede estar influenciado por diferentes factores, tales como la evolución de los términos de intercambio, los volúmenes de comercio exterior, los flujos de capital o las decisiones de portafolio (BCRP, s.f.).
Michael W. Klein (2012), en su libro Exchange rates regimens in the modern era, expone que el dólar, o el tipo de cambio, es el precio más importante del mundo, el cual es determinado por las fuerzas de mercados y tan cambiante que lo hace día a día, e incluso minuto a minuto. Bajo el supuesto de coexistir en un régimen de flexibilidad o de flotación, el tipo de cambio refleja “el cumplimiento de nuestro objetivo económico básico: el logro y el mantenimiento de una comunidad mundial libre y próspera dedicada al comercio multilateral sin restricciones” (Friedman, 1953)
En tal sentido, la demanda relativa de monedas refleja la demanda subyacente de bienes y activos denominados en esa moneda, así como la influencia de los flujos de capital. Por tanto, su participación en la economía es fundamental tanto en el plano real, monetario, así como en el financiero.
De acuerdo a la tradición keynesiana, la condición Marshall Lerner establece que en un proceso de devaluación o depreciación del tipo de cambio, este podría generar mejoras en la balanza comercial, por ende en la demanda agregada y el producto de un país. Es decir, una devaluación o depreciación genera un efecto expansivo del producto, de manera que por muchos años fue un instrumento de protección de las exportaciones  y de reactivación de la economía, esto básicamente bajo un régimen de control del tipo de cambio.
Sin embargo, con la liberalización de los mercados, los tipos de cambios flotaron libremente reflejando la libre interacciones de los agentes. Además de la sofisticación de los instrumentos financieros, y los cambios en los mecanismos monetarios de los bancos centrales, la relación del tipo de cambio y el nivel de actividad económica quedó permanentemente ambigua.
Bajo lo anterior, una depreciación del tipo de cambio tiene tres efectos básicos por los cuales podría impactar a la economía, determinando su carácter de expansivo o recesivo, siempre bajo el supuesto de flotación. El primero es el denominado efecto competitividad, el cual es la condición Marshall Lerner, es decir, el efecto de una depreciación del tipo de cambio genera un impacto positivo sobre la balanza comercial y finalmente sobre el nivel de actividad. El segundo, al cual denominaremos el efecto Diaz-Alejandro o efecto redistribución, en el cual una depreciación del tipo de cambio tiende afectar a los precios, de manera que esto genera un deterioro de los salarios reales, lo cual afecta negativamente al consumo, la demanda agregada y, finalmente al producto (Diaz-Alejandro, 1966).
Finalmente el tercero, el efecto hoja de balance, el cual considera que en una economía total o parcialmente dolarizada una depreciación del tipo de cambio, en la cual los pasivos se encuentran en moneda extranjera y los ingresos en moneda local, una depreciación tiende a afectar el volumen de las deudas, genera una restricción en las inversiones y deteriorando el nivel de actividad de una economía. Dependiendo de la magnitud de los efectos, estos determinarán si una depreciación del tipo del cambio tiene un carácter recesivo o expansivo en el nivel de actividad de una economía.

REFERENCIAS

BCRP. (s.f.). Guía Metodológica de la Nota Semanal. Banco Central de Reserva del Perú.
Diaz-Alejandro, C. (1966). Exchange-rtae devaluation in a semi-industrialized country. The experience of Argentina, 1955-1961. Massachusetss: MIT press.
Friedman, M. (1953). The case for flexible exchange rates. In his Essays in Positive Economics. Chicago: University of Chicago Press, 157-203.
Klein, M. (2012). Exchange rate regimes in the modern era. MIT press.

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