Se puede decir que la década de los ochenta del
siglo pasado fue el nacimiento de la revolución teórica del ciclo económico
enmarcada en la escuela de los nuevos clásicos.
Grandes economistas como Robert Lucas, Robert Hodrick, Edward Prescott, Finn Kydland, John Long, Charles Plosser,
Gary Hansen, Thomas Cooley, Enrique Mendoza, entre otros, desarrollaron los
conceptos modernos del ciclo económico bajo el supuesto de un equilibrio
walrasiano, superaba la crítica de Lucas, y por tanto fue la base de las
políticas económicas que se realizaban en el corto plazo.
En 1982 se publica el trabajo seminal de Kydland
y Prescott, Time to build and aggregate
fluctuation, que implico el nacimiento de los RBC. Paralelo al mencionado
trabajo y en el mismo año Nelson y
Plosser publican el paper “Trend and random walks in macroeconomic time series”,
el cual implica un gran apoyo al supuesto básico de los choques reales y que, a
su vez, se encuentra dentro de la
polémica de las pruebas de la raíces unitarias. El presente artículo toma el
nombre en español del trabajo de Nelson y Plosser (1982) porque pretende dar
una exposición y análisis del mencionado trabajo.
Nelson y Plosser (1982) enmarcan su trabajo dentro
de la descomposición ciclo tendencia de las series de tiempo macroeconómicas y
ponen en cuestionamiento el comportamiento del componente tendencial.
Teóricamente una serie de tiempo,
macroeconómica, puede ser descompuesta en dos componentes: el ciclo o
componente transitorio
y la tendencia o componente secular
. El componente secular se caracteriza por no fluctuar mucho
en periodos cortos y por tener movimientos lentos y suaves en relación con el
componente cíclico.
Dado que el componente cíclico se caracteriza
por ser transitorio, el componente secular necesita ser modelado ya sea por una
tendencia determinística o por un proceso estacionario integrado, como por
ejemplo un paseo aleatorio. Así, la hipótesis de Nelson y Plosser es que las series de tiempo macroeconómicas son
procesos no estacionarios sin tendencia a regresar a una tendencia lineal.
Partiendo de dos procesos estocásticos se
realiza una prueba de raíz unitaria para determinar la naturaleza real del
componente secular. De esta manera, la primera se caracteriza por tener un
componente determinístico y un proceso estacionario con media cero.
El segundo es un proceso estocástico el cual
tiene que ser diferenciado una o más veces para que sea estacionario.
La hipótesis a prueba se sustenta con el
análisis de estacionaridad de las series establecidas bajo el concepto que un
proceso no estacionario, por ejemplo un paseo aleatorio, implicaría que sería
imposible separar el componente secular del cíclico para el nivel de una serie
de tiempo macroeconómica. Pero cabe una pregunta básica, ¿por qué una serie con
raíz unitaria no podría ser descompuesta en sus componentes cíclico y
tendencial o secular?
Para responder la pregunta anterior nos basamos
en el siguiente gráfico, el cual muestra los dos procesos mencionados arriba
La parte A del grafio muestra un proceso
estocástico que se caracteriza por una tendencia determinística y la cual es
lineal, así el componente transitorio o estacionario
que fluctúa entorno a esta función lineal es
el valor de la variable expresado en niveles para un determinado momento del
tiempo
. La parte B es un
paseo aleatorio, proceso no estacionario, que no presenta un rumbo fijo, más
bien está a la deriva, no presenta una tendencia determinada como lo expresaría
la teoría del crecimiento. En este caso es evidente que un paseo aleatorio es
integrado de orden 1, por lo que al convertirla en estacionaria el componente
que fluctúa estacionariamente sería la tasa de crecimiento de dicha variable y
ya no su nivel.
La evidencia empírica se basó en el análisis de un
conjunto de series de tiempo macroeconómicas entre los años 1909 – 1970 para
los Estados Unidos. Con ello se quería
determinar si realmente las series macroeconómicos, como el producto, tenían
una tendencia determinística o eran procesos no estacionarios como el caso de
un paseo aleatorio. Para probar la
evidencia de la existencia de una raíz unitaria Nelson y Plosser usan aquella desarrollada por David Dickey y Wayne
Fuller en 1979. Esta prueba tiene como
hipótesis nula que la serie analizada tiene una raíz unitaria, y está será
aceptada cuando el argumento del estadístico de Dickey-Fuller sea menor, en
términos absolutos, a los valores críticos también en términos absolutos, a un
nivel dado de significancia.
El principal resultado que se obtiene es que no
se puede rechazar la hipótesis que, por ejemplo el PBI, siga un paseo
aleatorio, por lo cual es imposible separar el componente cíclico del secular. Esto
implica que las fluctuaciones observadas en el nivel de producción son fluctuaciones
en su tasa de crecimiento natural y no desviaciones del nivel de producción con
respecto a una tendencia determinística. Por otro lado, se concluye que las
mayorías de series de tiempo macroeconómicas, para E.E.U.U., se caracterizan
por ser procesos estacionarios integrados de orden uno, generalmente. Con esto
los modelos macroeconómicos que se focalizan en perturbaciones monetarias como
fuente transitoria nunca pueden ser exitosos en explicar las fluctuaciones, por
el contrario esas variaciones estocásticas se deben a factores reales los
cuales son elementos esenciales en los modelos macroeconómicos que buscan
explicar el ciclo.
BIBLIOGRAFÍA
Nelson, Charles R. y Plosser
Charles I. (1982). “Trends
and random walks in macroeconomic time series”